Continuemos.
Una vez que sabemos con certeza que a lo largo y ancho del universo hay millones y millones de estrellas e incluso planetas de toda clase, resulta difícil negar la existencia de vida en el universo. Pero entre los exoplanetas encontrados hasta hoy, ¿hay alguno que disponga de las condiciones necesarias para albergar vida tal y como nosotros la conocemos? La respuesta es sí. En septiembre del año pasado el planeta Gliese 581 g (así es como se nombra a los planetas, se coge el nombre de la estrella, Gliese 581, y se van nombrando los planetas alfabéticamente a partir de "b", un método muy poco original...) revolucionó los medios de comunicación. Según algunos científicos el planeta descubierto disponía de atmósfera, océanos y condiciones idóneas para albergar vida, pero una semana después la existencia del planeta fue puesta en duda y lo relevó a un segundo plano. Hace apenas unos días, el 17 de mayo de este mismo año, unos científicos franceses publicaron un estudio sobre otro planeta del sistema Gliese que hasta ahora había pasado desapercibido, el "c". Según este estudio, el exoplaneta sería incluso más adecuado para la vida que su compañero "g". Para los que estén pensando en hacer un viajecito con una sonda al sistema Gliese, les diré que por desgracia está a 20 años luz, que aunque no es una distancia muy grande comparada con el tamaño de nuestra galaxia, resulta inalcanzable por ahora para el ser humano. Otra pega bastante significativa de los planetas de Gliese (tanto el "c" como el "g" es que están "anclados por marea" a su estrella, lo que quiere decir que siempre muestran la misma cara a su estrella. Así, mientras la mitad del planeta siempre recibe luz y calor la otra mitad sólo conoce la oscuridad.
Teniendo en cuenta que esto es lo más habitable que hemos encontrado hasta ahora nuestras esperanzas para encontrar otra "Tierra" aún no son muchas, pero, ¿y si encontrásemos vida en nuestro propio sistema solar? Esta pregunta parece absurda, pero hay más de un astro candidato a albergar vida.
Comenzamos con Marte, planeta en el que antiguamente se creía que la existencia de vida no era tan improbable. Lo cierto es que la geología de Marte es francamente curiosa, pues tiene volcanes, acantilados y cañones muy parecidos a los de la Tierra, pero secos. Aunque está probado que existe agua en Marte, esta no se encuentra en estado líquido en su superficie, pero tal vez, hace millones de años, esos cañones marcianos llevaban ríos y desembocaban en océanos. De ser así podríamos pensar que en Marte hubo vida. Es muy inquietante pensar que en Marte esa vida llegó a prosperar y a crear una civilización, pero ésta acabó auto-destruyéndose como puede que lo haga la nuestra, aunque esto es sólo una hipótesis. El célebre científico Isaac Asimov hablaba de que a pesar de que aún no sepamos con certeza si hay vida en Marte esta podría ser perfectamente posible, pues experimentos en la Tierra habían probado que algunos organismos terrestres podrían sobrevivir en un entorno marciano. No obstante, el aterrizaje en Marte de las sondas Viking I y II no reveló vida alguna, y la falta de pruebas unida a las duras condiciones de la superficie del planeta (un desierto lo cubre todo excepto los polos) han propiciado que hoy apenas se estime la posibilidad de vida en Marte.
Júpiter es un gigante gaseoso, no podría albergar vida bajo ningún concepto y parece que no muestra nada interesante en este tema, pero uno de sus satélites sí. Alrededor de Júpiter orbita la pequeña luna de Europa, cuya superficie está totalmente cubierta de hielo. Es probable que bajo esa superficie gélida se escondan océanos de gran profundidad que podrían albergar vida, pero este tema requiere más investigación y aún es demasiado pronto para tratarlo.
El último candidato a albergar alguna clase de vida es otro satélite, esta vez de Saturno, llamado Titán. Las primeras especulaciones sobre la existencia de vida en Titán comenzaron con los primeros análisis de su atmósfera. Esta tiene un altísimo porcentaje de metano, algo bastante extraño ya que cuando el satélite recibe luz ultravioleta desde el Sol, el metano se evapora. Esto incitó a pensar que en el interior de Titán hay alguna fuente de metano. Además, la destrucción del metano por la luz ultravioleta debería formar hidrógeno, pero la cantidad de este gas en la atmósfera es bastante menor de la esperada. En 2005 la sonda Huygens aterrizó en Titán para intentar resolver algunas de nuestras dudas. Una vez que había atravesado la densa niebla atmosférica, la sonda alcanzó la superficie de Titán. Durante su aterrizaje fotografió mares (sí, mares) de metano, islas en ellos y lo que parecían cauces de ríos de metano. La sonda pudo detectar que hace poco había llovido en la zona en la que aterrizó, pero en vez de agua, metano. La temperatura superficial de Titán es de -170 ºC, por lo que es imposible que exista agua líquida. Pero agua hay, pues las rocas que cubren el suelo de Titán están formadas en su mayor parte de hielo. En mi opinión, si algún astro del sistema solar tiene vida (exceptuando la Tierra), ese es Titán.
Y aquí lo dejamos por ahora, próximamente, la última entrega.

no sabia que existia titan
ResponderEliminar¿Hay o no? :|
ResponderEliminaryo no se de estos temas la verdad xdd pero si dices que en esos planetas hay las condiciones idoneas y luego lo de que un aparte da luz y otra siempre oscuridad se esta contradiciendo no?
ResponderEliminarEhh sí, en parte me estoy contradiciendo, lo reconozco xD Pero he querido usar esa expresión para que se comprenda quue tiene unas condiciones muy similares a la Tierra, salvo ese pequeño (pero importate) detalle. De todas formas ten en cuenta que si en un futuro conseguimos llegar a ese planeta, seguramente también podríamos cambiar su eje de rotación :)
ResponderEliminarmmm todavia queda pecha creo jaja
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